29 de marzo de 2010

Cultura y moral



«Los humanos somos bien capaces de convertir lo paradisíaco en dantesco, como ocurre en la cala de Taiji, en las islas Feroe u otros lugares. Y lo hacemos por el mismo motivo que aún existen las corridas de toros: por tradición. Por el espectáculo. Por la diversión. Por cultura.» ~ Plácido Navarro

Se ha convertido en objeto de discusión sobre si la tauromaquia es, o no es, un fenómeno cultural y artístico.

Considero que el problema de si la tauromaquia —o cualquier otra actividad que implique utilizar animales— se trata de arte o cultura es una cuestión del todo irrelevante para su consideración moral.  El hecho de que en efecto la tauromaquia fuera arte o cultura no lo haría una práctica moralmente aceptable.

Intentar debatir si determinado uso de animales puede ser considerado como arte o cultura me parece un enfoque equivocado. Por un lado, valorar esta cuestión depende de criterios históricos que son objetivos —dependen de los hechos y no de las opiniones o valoraciones. Por otro lado, depende de los gustos estéticos, los cuales no pueden fundamentar los valores morales. Ética y estética no son lo mismo.

Para aclarar el asunto, pongamos un ejemplo comparativo: las luchas de gladiadores en la antigua Roma formaban parte de la antigua cultura romana, ¿cierto? Creo que eso es algo que nadie cuestiona siquiera. Nos encontramos ante un fenómeno cultural pero que al mismo tiempo consideramos cruel y sanguinario y claramente inmoral.

Si podemos aceptar que las luchas de gladiadores eran parte de la cultura romana, entonces no veo por qué no podemos aceptar igualmente que la tauromaquia es parte de nuestra cultura. De hecho, no hace falta fijarse mucho para ver que los antiguos coliseos romanos —en los que por diversión se obligaba a luchar a los esclavos hasta la muerte— tienen la misma estructura que las plazas de tauromaquia.

Ahora bien, el simple hecho de que cierta actividad sea parte de una cultura, o sea considerada arte, no lo excluye de atenerse a unos principios morales que determinan si es éticamente correcto.

En este caso, si aceptamos que los animales poseen un inherente valor moral y que no debemos causarles sufrimiento sin necesidad ni razón que lo justifique, entonces la tauromaquia —al igual que los mataderos y demás formas de explotación especista— no puede ser moralmente aceptable.

En síntesis, considero que el problema de la tauromaquia, como cualquier actividad que implique usar animales, es una cuestión que debe debatirse en el contexto ético y no en el propiamente cultural o artístico. Entrar a discutir sobre si la tauromaquia es o no es realmente arte o cultura sólo sirve para desviar el tema de su verdadero centro: la ética.

No deberíamos aceptar la tauromaquia como parte de nuestra cultura, pero no porque no sea arte sino porque es una actividad inmoral. Si ya no podemos aceptar la tauromaquia como parte de nuestra cultura porque entendemos que es incompatible con el respeto que merecen los demás animales entonces, por la misma razón, tampoco deberíamos aceptar el resto de la explotación animal.

Disfrutar a costa del sufrimiento y la muerte de un toro en una plaza no es moralmente distintiguible de disfrutar a costa del sufrimiento y la muerte de otros animales sólo por el placer de saborear sus cadáveres y secreciones: carne, lácteos, huevos,... Igual de innecesario y de injusto es torear animales que comerlos.

19 de marzo de 2010

¿Necesario?


PIRÁMIDE DE ALIMENTACIÓN VEGANA 
[SIN SUSTANCIAS DE ORIGEN ANIMAL]


Siempre me resulta chocante el encontrarme con que haya gente que afirme tajantemente que comer animales es "necesario". A pesar de que resulta evidente que la gran mayoría de los que afirman esto ignoran hasta los conocimientos más básicos sobre nutrición humana. Esto puede deberse a una gran falta de información y a la creencia irracional de que debemos comer animales si no queremos enfermar y morir.

Aplicar el principio del veganismo a nuestra alimentación es saludable, por lo que no se sacrifica la salud de nadie. Por ejemplo, la prestigiosa Academia de Nutrición y Dietética avala oficialmente la viabilidad y salubridad de seguir una alimentación vegetal y declara que:

«Es la postura de la Asociación Americana de Dietética que las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas, y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Las dietas vegetarianas bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo, la lactancia, la infancia, la niñez y la adolescencia, así como para deportistas.»

En general, las instituciones públicas de salud y las asociaciones profesionales de nutrición señalan que una alimentación vegetal correctamente planificada es saludable.

Para realizar la transición a una dieta vegana podemos encontrar mucha información disponible en la Red. Aquí pongo algunos enlaces muy útiles al respecto:

Antes las evidencias podemos comprobar que no hay ninguna justificación nutricional para seguir comiendo animales. Los seres humanos podemos obtener perfectamente todos los nutrientes que necesitamos con una dieta exclusivamente vegetal. Todo el mundo debería ser informado sobre ello.

Del mismo modo que no es necesario comer animales para vivir, y tener una buena calidad de vida, tampoco es necesario utilizarlos como vestimenta, como transporte, como entretenimiento o cualquier otra finalidad.


Por tanto, habría que comprender que significa realmente cuando se habla de "necesario" en este caso. Porque explotar a otros animales no es necesario para vivir: alimentarse, vestirse, entretenerse, y satisfacer todas las necesidades de nuestra vida cotidiana. Pero, en cambio,  es necesario para aplicar una mentalidad especista y mantener un sistema de opresión sobre los demás animales.

Por ejemplo, algunos intentan justificar la ablación sobre las mujeres alegando que en su familia o en su cultura esto se ha hecho desde siempre, y que hacerlo es necesario para que la mujer sea fiel a su marido. Es decir, la ablación es necesaria —como muchas otras prácticas violentas— para que la mujer continúe estando sometida al hombre. Del mismo modo, esclavizar y comer animales es necesario para seguir manteniendo la opresión del ser humano sobre el resto de los animales.

Siempre se puede encontrar algún tipo de justificación irracional para continuar esos hábitos motivados solamente por la inercia de la tradición. La fuerza de esta inercia es lo que impulsa el intento de encontrar justificaciones para acciones que en el fondo sabemos que son moralmente injustificables.

Hacerles a otros animales lo que no querríamos que nadie nos hiciera a nosotros es algo moralmente injustificable. Esto es necesario solamente si deseamos perpetuar la dominación opresora de unos individuos sobre otros basada en características como la raza, el sexo o la especie.

En cambio, lo que sí deberíamos ver como necesario de una manera absoluta es que todos aquellos a quienes les importan los demás animales comprendan que lo fundamental para que dejen de sufrir y morir por nuestras acciones implica que dejemos de utilizarlos como esclavos y empecemos a verlos como nuestros iguales.